El pasamanos

Nos estamos yendo del año en el que vivimos en peligro. Más bien el año en el que vivió en peligro la Selección, y por consiguiente, el fútbol argentino en general. Porque, en realidad, el resto de los peligros que nos auguraron las pitonisas obesas y los pitonisos flacos de ideas, todavía,-gracias a Dios, pero también seguramente a quienes gobiernan, y a nosotros mismos-, no se hicieron realidad. Pero ya vendrán al acecho nuevamente con el dólar a cinco pesos, la crisis energética, el lomo a 85 pesos, la leche importada, el diciembre negro (ah, ya estamos a 30...), los saqueos que no sacan y el helicóptero que no llega...Va a a ser un brindis de insatisfacción para ellos. No se cumplieron sus profecías. Pero no tienen paz. Irán por más.

Pero la Selección sí que vivió en peligro. No solo porque estuvo al borde del repechaje o de quedar afuera del Mundial. Sino más bien porque fue el año en el que definitivamente perdió el rumbo. Porque perdió el prestigio y el horizonte, pero también y fundamentalmente porque nunca encontró ideas, planes, un equipo.

Nos hizo seis Bolivia, nos hizo tres Brasil en casa, sufrimos contra Perú, nos bailó España y nos hizo cuatro...¡Cataluña!, un combinado que se juntó después de los ravioles (o la tortilla española) del mediodía.

Pero, más allá de eso, resultados contundentes y lamentables, que se perdió más que lo que se ganó, y en muchos casos contra equipos de segundo o tercer orden, lo que se perdió es la vergüenza. Ni siquiera la línea, porque nunca la hubo en este proceso.

Pero sin ideas ni plan, sin equipo ni siquiera esbozado, con más de 80 jugadores convocados, lo peor es que la Selección fue de papelón en papelón. El anteúltimo, el de las declaraciones obscenas de Maradona, debió haber sido la gota que colma el vaso. Pero no fue así. Quedó lugar para otra gota. Esta última, la del "culebrón" Bilardo - Mancuso y las amenazas nunca concretadas del doctor ("Mancuso está fomentando la división entre Diego y yo. Por eso, al que me ataca, lo mato").

Pero una vez más el doctor "se fue al mazo". En realidad, a Bilardo siempre le gustó el poder, pero nunca lo ejerció. En realidad, le gustan los lugares, pero lo manejan otros. Tanto le gustan los lugares que cuando lo designaron manager de la Selección no quiso dejar el cargo en la Secretaría de Deportes de la Provincia (dónde no había hecho absolutamente nada), hasta que le dijeron que era incompatible... Tanto le gustan los lugares que ahora amenazó con decir "toda la verdad" con respecto a esta "guerra intestina" de la Selección ¡justamente en su programa de radio!. Es el manager o el director general, o como se llame, de los seleccionados argentinos, y tiene todavía un programa de radio. Para eso, ¿por qué no se sinceran y lo ponen directamente a Niembro de técnico? Al menos será un poco más inteligente que todos los que están y lo va a llamar a Riquelme...

Lo cierto es que una vez más Bilardo no dijo nada. Como en tantos juicios en los que "se fue al mazo". O como cuando debió decirle cosas a Maradona, incluso en su época de jugador, y no se animó. O hacía "la vista gorda" a ciertas cosas. Y después no apareció cuando Diego más lo necesitaba.

Lo único entendible que dijo Bilardo en su "famoso" programa del 28 de diciembre (y no fue una broma de los inocentes) es que "ahora" quedaron bien delimitados los lugares que debe ocupar cada uno en el cuerpo técnico (¡ahora, más de un año después de iniciado este "engendro"!). "Esto es así, si surge un partido, Grondona me lo dice a mí, yo se lo digo a Diego, Diego me dice sí o no y yo se lo digo a Grondona (...) Si hay que convocar a un jugador, Diego me lo dice a mí, yo le aviso a Moschella (N.de R: secretario administrativo de la AFA), le avisamos a Julio...". Esto, en realidad, es una versión libre, o una traducción al castellano de lo que quiso decir Bilardo y le tratamos de entender en la noche del lunes. En pocas palabras, quedó conformado un cuerpo técnico "pasamanos". Y en ese "pasamanos", ese es el rol del médico-manager-conductor de "La Hora de Bilardo": pasarle el papelito a Grondona, o a Maradona, o a Moschella, o al telefonista de la AFA (que, con todo respeto, tiene una función más clara que la del doctor). Eso sí, nunca a Mancuso...

Esos son los papeles del papelón permanente que es la Selección. Así estamos. Dios y los jugadores nos salven...Y como Dios está para cosas más importantes, que se ilumine Messi y que aparezca alguien para pasarle la pelota...

De mitos y peces

Con la final del Mundial de Clubes de fútbol que Barcelona le ganó a Estudiantes por 2 a 1 se reavivó el mito de la diferencia entre la preparación física de los europeos y la de los sudamericanos.

Una vez más volvió a escucharse que Barcelona terminó "más entero", que se veía a los jugadores de Estudiantes "exhaustos" y a los del equipo español muy "frescos" en el segundo tiempo, que se notaba la transpiración de Verón y el rostro "limpio" y sin sudor visible de Ibrahimovic, y otras frases de ese tipo...

Se trata de eso, nada más y nada menos que un mito. No es que Barcelona estaba mejor fisicamente, que estaba mejor preparado o que, como equipo europeo, estaba "cientificamente" entrenado para un partido como el del sábado, de 120 minutos.

Por el contrario, Barcelona llegaba a esta instancia con más partidos como carga en el año,-¡89!-, venía de una jornada menos de descanso, porque había jugado el miércoles con Atlante y Estudiantes el martes con los coreanos, y ya hace mucho tiempo que quedó atrás aquello de que en Europa "se entrena más". Es al revés, y lo cuentan los jugadores argentinos cuando vuelven. Otro detalle que demuestra que Barcelona aun "trabaja" menos que Estudiantes y que varios equipos argentinos es que el plantel catalán generalmente ¡no concentra! en la noche previa a los partidos que juega como local.

Pero la cuestión es muy simple. Barcelona hace correr la pelota. Siempre. Y Estudiantes corrió practicamente durante 120 minutos detrás de la línea de la pelota. Y no hicieron eso cuatro, cinco o siete jugadores. Lo hicieron nueve. Una línea de cuatro, otra de cinco, y solo, bien solo, Boselli arriba.

Así era natural el desgaste que iban a sufrir los futbolistas del campeón de América. Era el riesgo al que se tenía que atener por el planteo elegido. ¿No hubiera sido mejor arriesgar de otra forma? Ahora se elogia exageradamente "el planteo" de Estudiantes, "la inteligencia" de haber jugado con un solo delantero. Acaso si hubiera tenido otro delantero quizá Piqué, quien fue quien cabeceó hacia Pedro en la jugada del empate en el área contraria (tras un despeje fallido de Verón), a dos minutos del final, no hubiera podido subir con la preocupación de otro atacante a marcar.

A estos argumentos se los podrá contraponer que así Estudiantes estuvo "a dos minutos de la gloria". Verdad, a medias, como muchas verdades del fútbol. También estuvo, permanentemente, a 80, 90 o 120 minutos del "cadalso", porque Barcelona monopolizó el juego y la pelota y por momentos, sobretodo en el segundo tiempo, dominó a voluntad. Es cierto que tuvo la "fortuna" de empatar a dos minutos del final. Como Estudiantes tuvo la "fortuna" de que no le igualaran en varias de las tantas situaciones anteriores muy claras que tuvieron mucho antes Pedro o Ibrahimovic, o las de Xavi,-con un penal incluído, no sancionado-.

Lo cierto es que Barcelona hizo historia y se transformó en el equipo que más títulos importantes ganó en un año, pero siempre lo hizo a través del juego, nunca renunciando a su idea, al verdadero fútbol que le gusta a la gente. Lionel Messi fue nada más, y nada menos, que el ejecutor final y el más brillante de esa orquesta, con goles decisivos, en cinco de esas seis definiciones que fueron para el equipo de Pep Guardiola. No se podrá discutir, entonces, el premio que ayer recibió de la FIFA como el mejor futbolista del mundo de 2009. Ahora deberá refrendarlo, ojalá, en el Mundial.

Lo de Estudiantes fue digno, eso sí, y hay que destacar su competitividad. Aunque no pudo, o no quiso, desplegar el juego que mostró en buena parte de la Libertadores que ganó. Un equipo argentino no debería adoptar a priori nunca el papel de partenaire o inferior frente a un conjunto español, por más poderoso que parezca. Y Estudiantes tuvo esa postura. Igualmente, en tiempos de "vacas flacas", gran parte del fútbol argentino debe agradecerle a Estudiantes esa competitividad, esa representación, esa lucha hasta el final. Gran parte. No todo. Los que se quedaron sin poder disfrutar de la medalla del subcampeón y del orgullo de esa competitividad,-de la que se pueden vanagloriar la mayoría de los hinchas de Estudiantes- son los fundamentalistas que dicen que el segundo no existe. Una pena por ellos. El pez por la boca muere.

Noticias

Noticias del último domingo de fútbol de 2009. Perdieron los dos que se disputaban por el título. Una tónica de lo que fue el campeonato, de lo que es hoy el fútbol argentino.

Banfield salió campeón porque fue el mejor, y no al revés. Eso no quiere decir que haya sido brillante, ni mucho menos. Pero fue el más sólido, el más ordenado, el más prolijo, el que mejor jugó, más allá de los nervios del último partido, coyuntural, y de la falta de vuelo, casi permanente. Obvio que no fue un campeón del "tiki-tiki", tampoco defensivo, ni solo utilitario.

Casi a imagen y semejanza del actual campeón del mundo, Italia -salvando las distancias-, el equipo de Falcioni supo defenderse con la pelota, con James y nuestro Erviti como principales exponentes de esa idea, y tuvo potencia en sus atacantes, Santiago Silva y Sebastián Fernández.

Una vez más no salió campeón un equipo que juega con tres defensores. Newell's, no estuvo lejos, hubiera sido sólo la excepción que confirma la regla. Y no es sólo una estadística numérica, siempre más definitiva para otros deportes que para el fútbol. Es una estadística conceptual, para demostrar a través del juego. De hecho, el primer gol de San Lorenzo y los tantos de Arsenal, que condenaron al equipo de Sensini, son propios de las brechas que dejan los equipos que juegan con tres, o con cinco, en el fondo. En fútbol no hay verdades absolutas pero hoy en el mundo, de los equipos importantes, todos juegan con línea de cuatro. Siempre los ocho que llegan a la definición de la Liga de Campeones, prácticamente siempre los campeones de América, como Estudiantes.

La transmisión impecable de la Televisión Pública. En una época en la que se demoniza al Estado - justamente porque es el tiempo en el que el Estado Nacional Soberano recuperó terreno tras las estructuras destruidas de los períodos anteriores-, se escucharon desde algunos sectores críticas intencionadas a las transmisiones de fútbol, desde que los partidos se emiten abiertos, para todo el mundo, en forma gratuita, por el sistema estatal. Ahora, súbitamente, empezaron a encontrar errores en los relatores y en los técnicos. Como si los anteriores, o estos mismos -que antes estaban en el sistema privado-, no se equivocaran. La triple transmisión de ayer, desde la cancha de Boca, la de Newell's, y la de Banfield, por dos canales, fue sencillamente impecable, desde lo técnico y desde lo periodístico. Detalles como ver el partido Boca-Banfield y que en el cuadro del ángulo inferior de la pantalla se viera en directo cómo le cometían penal a.... en Rosario, es sólo un botón de muestra.

La transparencia de la definición. En un campeonato vapuleado por las críticas a los arbitrajes, Boca y San Lorenzo dieron muestras de honestidad, dignidad y vergüenza deportiva, por cómo se brindaron para ganar sus partidos. Y las tareas de Diego Abal y Héctor Baldassi, salvo detalles siempre discutibles, fueron irreprochables.

Algunas noticias del último domingo de fútbol de 2009. Con Banfield campeón, para la historia. Y esperando ahora un sábado de gloria, ojalá con Estudiantes campeón del mundo.

El deporte como antídoto

La Cámara de Senadores aprobó recientemente, y convirtió en Ley, un proyecto que crea un ente encargado de financiar la carrera deportiva de los atletas que será soportado con lo recaudado de un impuesto aplicado sobre las facturas de los servicios de telefonía celular.
El proyecto crea el Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (ENARD) con el que se busca gestionar apoyo económico para los atletas olímpicos.
Según la norma -impulsada por el Comité Olímpico Argentino, por idea de su flamante presidente Gerardo Werthein, y la Secretaría de Deporte de la Nación- el dinero provendrá de un impuesto del 1 por ciento sobre el precio de las facturas de los teléfonos celulares.
Así lo establece el artículo 26 de la propuesta, que señala que el ENARD será financiado "con el producto de un aporte adicional del uno por ciento aplicado sobre el precio de los servicios y abonos que las empresas de telefonía celular facturen a sus clientes, neto de IVA".
?Éste no es el logro de una persona, éste es el logro de todos los chicos, de los deportistas. Y así lo entendieron los señores diputados y los senadores, con una votación abrumadora?, dijo el titular del COA, Gerardo Werthein, impulsor de la idea.
?Esta Ley le va a hacer muy bien al deporte argentino. Esto fue una lucha del día a día y esto nos va a dar la posibilidad de tener la infraestructura para poder estar a la par de otros países que sí la tienen?, dijo la atleta Alejandra García en representación de los deportistas.
El impuesto podría llegar a ser de 40 o 50 centavos, o un peso, o dos, de acuerdo al consumo. Muchos de los que hoy se muestran contrariados con la medida, o de los que incluso prepararon manifestaciones en su contra, quizá gasten diariamente, por ejemplo, cinco pesos en cigarrillos, la antítesis de lo saludable del deporte.
Pero la queja, está visto, también es un deporte nacional, promovido intencionalmente, y sin impuestos.
La inseguridad no es una sensación. Claro que es una realidad de la humanidad, como la violencia misma. Pero también puede ser una abstracción. Si se habla de ella con frases hechas, lugares comunes o reclamos vacuos. Claro que todos queremos más seguridad. La querían y la necesitaban los Pomar en la ruta, la pide urgente cada mujer golpeada en la intimidad de su hogar, no la tenían las víctimas de Astiz, quien ahora,-no antes-comparece ante la Justicia por delitos de lesa humanidad y concurre a la audiencia con el libro "Volver a matar", del ex funcionario de Menem Juan B. Yofre. ¿Se puede hablar de más inseguridad que cuando estos sujetos caminaban campantes por nuestras mismas veredas?
Claro que todos queremos más seguridad. En nuestras calles, para nuestros hijos. Como en las calles contaminadas de violencia de todo el mundo. El tema es como buscarla, con que propuesta, más allá del reclamo retórico. La inseguridad se puede combatir desde el aspecto social, por todo lo que nos falta. Seguramente así se reduciría un factor. Aunque la violencia intrínseca en el ser humano seguiría estando. Otra forma sería encarar en serio la cuestión de nuestras fuerzas de seguridad.
Pero con la seguridad, o la inseguridad, pasa como con tantos temas. Se reclama, no se aporta la solución. Como se habla ligeramente de la pobreza y la redistribución de la riqueza, sin decir como se hará para reedistribuir en serio si cuando surge alguna medida para que aporten algo más los que más ganan, las reacciones sabemos que dimensión alcanzan.
Pues bien, en ese sentido, muchos de los mismos que reclaman por más seguridad hoy pegan el grito en el cielo porque les sacan el 1% del gasto de sus celulares para financiar la carrera deportiva de los atletas olímpicos, a través de una Ley de la Nación aprobada en forma casi unánime (55 votos a favor en el Senado contra uno solo en contra).
Desde los países más desarrollados, hasta el ejemplo de Cuba, con su pelea desigual, el deporte es un instrumento fundamental para la mejoría integral de una sociedad, para su crecimiento moral y espiritual, también para combatir el delito. El deporte es salud y sabiduría. Y para que cada vez más chicos de la calle, más excluídos, más integrantes en general de diversas capas de la sociedad se sumen a la actividad deportiva, será necesario el fomento del deporte social, cada vez más presupuesto para el área en todos los niveles, políticas direccionadas en ese sentido (como hoy las de Claudio Morresi en la Nación o Alejandro Rodríguez en la provincia de Buenos Aires, por ejemplo), pero siempre será fundamental que esos chicos, esos jóvenes, tengan émulos, espejos en los cuales mirarse. Saber que ellos también podrán llegar. A esos espejos, a esos ejemplos, que multipliquen la cantidad de atletas, está dirigida esta idea impulsada por el COA de Werthein. El deporte como antídoto para algunos de los flagelos de nuestros días. El deporte como propuesta, una al menos, para que no todo quede en el reclamo y la queja.

Mejor, imposible

Verdad de Perogrullo, los grupos del Mundial de fútbol se integran con cuatro equipos. El principal problema de Argentina es que todavía no tiene equipo para integrarlo. Pero un análisis frío de lo que deparó el sorteo de la Sudáfrica 2010 en Ciudad del Cabo da cuenta que a la Selección le tocaron, a priori, las opciones más accesibles.
De los africanos, desde ya, no le podía caer el local, Sudáfrica, lo que siempre genera una incomodidad. De los asiáticos le tocó un equipo rápido pero sin vuelo alguno como Corea del Sur, y de los de Europa evitó los más temibles que no eran cabeza de serie, Francia o Portugal. Algo que sí le ocurrió en el Mundial pasado cuando debió enfrentar a Holanda.
Este grupo, en realidad, es relativamente parecido al de Francia 98. Y ofrece las mismas posibilidades que esa Copa. El hándicap de poder prepararse y tomarle el pulso al Mundial en la misma competencia.
Argentina no tiene equipo y teniendo en cuenta que Maradona utilizó más de 80 jugadores en media eliminatoria, no será sencillo encontrarlo. Y no serán tantos los partidos amistosos previos. Pero, como en Francia 98, cuando con Passarella arrancó ante Japón en Toulouse y con Jamaica en París, casi que en Sudáfrica la Selección tiene la chance de "entrenarse" en los dos primeros partidos oficiales. Mejor, imposible. Eso no significa subestimar a los rivales, ni mucho menos. Bien Nigeria puede darle un dolor de cabeza, como el que propinó Camerún en el 90. Pero la realidad indica que el bolillero le dio a Argentina la posibilidad de arrancar de menor a mayor, de no comenzar con rivales temibles.
Y, además, esa etapa previa Argentina la podrá transitar con la comodidad de solo tener que recorrer algo más de 700 kilómetros para tres partidos, y no salir de un radio de 300 kilómetros en eventuales cuatro encuentros, en un país y un Mundial con distancias mucho más grandes que las de Alemania. Los dos primeros juegos de la Selección serán en Johannesburgo, a unos 50 kilómetros de su concentración en Pretoria. El tercero, ante Grecia, en Polotwane, a unos 300 kilómetros. Y si gana el grupo B, volverá a jugar en Johannesburgo.
Todas estas "facilidades" se encuadran dentro de la relatividad que siempre depara el fútbol, y mucho más si se trata de esta Selección, para la cuál fue muy difícil vencer como local a Perú, el peor de los equipos de Sudamerica, y que recibió seis goles de Bolivia, por ejemplo.
Pero en un equipo que tiene al elegido mejor jugador del mundo, y que es un potencia futbolística mundial, cabeza de serie de esta Copa, no debe ser temerario afirmar que el grupo inicial debe servir para prepararse sin sobresaltos para el verdadero Mundial, que empezará en octavos.