Aldosivi después de Instituto: Lo que tiene y lo que le falta










El continente y el contenido. Las formas y el fondo.
Aldosivi tiene el continente, las formas, la geografía. Eligió un formato y trata de ponerlo en práctica. Dentro de esos lineamientos, trata de ser ordenado, de cubrir bien los espacios.
El problema, por ahora, es el contenido, el fondo. Falta juego. Faltan variantes, argumentos, que sostengan la estructura.
Y al cabo, como el orden y la estructura en fútbol siempre pueden ser un medio, un camino, pero nunca un destino, un objetivo final, la búsqueda de Aldosivi se va perdiendo, por ahora, en esa carencia.
Tanto en el partido con Atlanta, como en este frente a Instituto (2 a 2 en el Minella, debut como local en este gran torneo de la Primera B Nacional de fútbol), al equipo de Mar del Plata se lo vio bien parado, pero se quedó en eso. Le faltó osadía, le faltó peso específico en la búsqueda, y por eso se perdió en los partidos y terminó sufriendo en el área propia.
Tanto como en Villa Crespo, pero ahora mucho más, Aldosivi sufrió mucho ante Instituto las jugadas con pelota detenida en el campo propio, y como lo que insinuó de la mitad de la cancha para adelante no lo supo traducir en dominio sostenido y jugadas de gol, terminó padeciendo muy cerca de Campodónico.
Al final de cuentas, por más estructura y orden que haya, si después no hay algo más en la esencia, se termina jugando a la lotería. Así fue frente a Instituto. El partido terminó 2 a 2 no por buen juego, fluído, por situaciones de gol continuadas, sino más bien por errores manifiestos de los dos.
Aldosivi tiene la base. El orden y el formato. Eso no es poco si se tiene en cuenta que recién empieza un campeonato largo. Pero le tiene que hacer un lugar a la osadía para ese plus que se necesita para marcar diferencias en fútbol.
Si el técnico está tan aferrado al 4-4-2, pues entonces uno de los volantes centrales, o los dos volantes de afuera, se tienen que soltar con volumen de juego, y no solo con presión bien hecha (como lo que ocurrió en el arranque del primer tiempo). Y si no es tan esquemático, si en los dos partidos se decidió promediando el segundo tiempo a la entrada de Seccafién, quizá sería bueno que analice la posibilidad de más continuidad en cancha del enganche, y de considerar la alternativa de Sarraute, un jugador del club, con tanto, con la osadía que le falta al equipo, y que no se entiende demasiado, por ahora, porque ni siquiera integra el banco de suplentes.
Igual este es un camino largo. Recién empieza. Por eso el crédito está abierto. La base está. Falta la esencia. Más juego.

Aldosivi tuvo orden y reacción, le faltó juego

Aldosivi estuvo en la fiesta del comienzo. Como un “histórico” de la máxima categoría del ascenso del fútbol argentino tuvo el honor de abrir el torneo de la Primera B Nacional más esperado de la historia, y de iniciar también las transmisiones de la divisional en la TV Pública, a través del sistema Fútbol para Todos, que pudimos disfrutar en forma abierta y gratuíta los marplatenses y el resto de los futboleros del país.
Por lo pronto, no hizo quedar mal a Mar del Plata en la cita. Logró un buen empate en Villa Crespo ante Atlanta, 1 a 1. Aunque quedaron algunos detalles, cierta sensación de sabor agridulce, la presunción de que se pudo haber conseguido algo más ante un rival con muchas limitaciones y que no está acostumbrado a la categoría.
En principio, Aldosivi mostró orden. Y esa parece ser una característica que Andrés Yllana pretende imprimirle a su carrera como entrenador, que se inicia justamente al frente del equipo de Mar del Plata.
Aunque en este partido ante Atlanta dio la sensación que la propia virtud encierra su defecto. Aldosivi tiene la obsesión de mantener el orden, y eso es bueno (sobretodo ante las confusiones tácticas de temporada anteriores, con ese empecinamiento en “suicidarse” con la línea de tres), aunque también se sale poco del libreto y no le hace lugar, por ahora, para los creadores, para los que pueden desequilibrar a través del juego. Enrique Seccafien estuvo en el banco, y cuando entró no encajó, en una estructura que ya estaba establecida. Y Matías Sarraute, el talento del club, ni siquiera tuvo un lugar entre los relevos.
Lo positivo, entonces, fue el orden. Y también la reacción. Para conseguir el empate ante el resultado adverso. Falta equilibrar un poco más los cuidados con la osadía. Con un poco más de juego Aldosivi se pudo haber traído todo de Villa Crespo.