Aldosivi volvió a encaramarse en el lote de arriba, sin renunciar a ninguna aspiración, con la idea de dar pelea hasta el final ya si no es por el ascenso directo, al menos (pero vaya si es importante) por la promoción, en la Primera B Nacional de fútbol.
Estar dónde esta, y volver a ese lote, nada menos que tras una victoria sobre Chacarita de visitante, ya es un logro en sí mismo. No hay que perder de vista que el objetivo fijado por dirigentes y cuerpo técnico al comienzo de la temporada, en el arranque del segundo semestre de 2008, era el año de transición, para sacar más puntos que en el anterior, consolidarse en la categoría, no tener problemas con el descenso y, sobretodo, empezar a darle vuelo al Proyección Juvenil, con la promoción de muchos chicos del club al equipo profesional que juega en el umbral del fútbol grande.
Esto es lo que tiene Aldosivi. Con esto no le sobró nunca nada pero siempre se las ingenió para estar a la altura de los mejores. De hecho, en un momento estuvo arriba de todos. Se advirtió en ese tiempo que no había que ser triunfalistas, que faltaba una dosis de juego, un plus, a partir de la lesión y ausencia del enganche, Elvio Martínez. El técnico lo resolvió muy bien en un par de partidos,-durante esa racha de triunfos-, lo resolvió con variantes inteligentes,-por ejemplo, ante San Martín en San Juan-, pero no se podía negar lo evidente.
Se terminó la "ola" de victorias y del triunfalismo se saltó al derrotismo. Aldosivi tenía las mismas carencias que antes. Ahora, en el tramo final del campeonato, se levantó con coraje, con una actitud digna de elogio, y con otras variantes que ideó el entrenador, por ejemplo, la continuidad en cancha en los dos últimos encuentros del pibe Ramiro Rodríguez Rendón, jugador con buen pie y presencia en la debilitada franja izquierda.
En suma, una vez más con muchos jugadores del club en cancha, con los frutos del Proyección Juvenil, la base de siempre, los dos delanteros de peso, un arquero de primera, y un técnico que busca todas las alternativas posibles, Aldosivi no se rinde. El futuro ya llegó, y está asegurado. O en la pelea por el ascenso; o en la promoción (lo que ya sería un acontecimiento de primer nivel para Mar del Plata) o;- valga el juego de la palabras-, con otra promoción, la de los pibes que llegan y se consolidan.
Estar dónde esta, y volver a ese lote, nada menos que tras una victoria sobre Chacarita de visitante, ya es un logro en sí mismo. No hay que perder de vista que el objetivo fijado por dirigentes y cuerpo técnico al comienzo de la temporada, en el arranque del segundo semestre de 2008, era el año de transición, para sacar más puntos que en el anterior, consolidarse en la categoría, no tener problemas con el descenso y, sobretodo, empezar a darle vuelo al Proyección Juvenil, con la promoción de muchos chicos del club al equipo profesional que juega en el umbral del fútbol grande.
Esto es lo que tiene Aldosivi. Con esto no le sobró nunca nada pero siempre se las ingenió para estar a la altura de los mejores. De hecho, en un momento estuvo arriba de todos. Se advirtió en ese tiempo que no había que ser triunfalistas, que faltaba una dosis de juego, un plus, a partir de la lesión y ausencia del enganche, Elvio Martínez. El técnico lo resolvió muy bien en un par de partidos,-durante esa racha de triunfos-, lo resolvió con variantes inteligentes,-por ejemplo, ante San Martín en San Juan-, pero no se podía negar lo evidente.
Se terminó la "ola" de victorias y del triunfalismo se saltó al derrotismo. Aldosivi tenía las mismas carencias que antes. Ahora, en el tramo final del campeonato, se levantó con coraje, con una actitud digna de elogio, y con otras variantes que ideó el entrenador, por ejemplo, la continuidad en cancha en los dos últimos encuentros del pibe Ramiro Rodríguez Rendón, jugador con buen pie y presencia en la debilitada franja izquierda.
En suma, una vez más con muchos jugadores del club en cancha, con los frutos del Proyección Juvenil, la base de siempre, los dos delanteros de peso, un arquero de primera, y un técnico que busca todas las alternativas posibles, Aldosivi no se rinde. El futuro ya llegó, y está asegurado. O en la pelea por el ascenso; o en la promoción (lo que ya sería un acontecimiento de primer nivel para Mar del Plata) o;- valga el juego de la palabras-, con otra promoción, la de los pibes que llegan y se consolidan.
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