Recuerdos difusos nos remiten casi a nuestra infancia para encontrar un Superclásico del fútbol argentino oficial, River - Boca, Boca - River, transmitido por televisión abierta, para todos.
Seguro los últimos, los pocos, fueron en blanco y negro. El más recordado, la única final absoluta entre River y Boca en la historia, la del 22 de diciembre de 1976, cuando Boca se impuso por 1 a 0 con gol de Suñe de tiro libre y se quedó con el torneo Nacional.
Lástima que aquellos días también los recordamos por historias tenebrosas. Ese día fue justamente el que el dictador Videla eligió para brindar su primera conferencia de prensa desde el golpe de Estado del 24 de marzo, y cuando ya el genocidio estaba en su punto álgido. Ese día Videla dijo que los desaparecidos no existían. "Los desaparecidos no existen, son una entelequia...", fue la frase. Como siempre, ahí había un puñado de periodistas complacientes, otros muertos de miedo y apenas algún digno y valiente que se le ocurrió repreguntar e ir más allá hasta llegar a la cuestión de los desaparecidos. Eran los albores de la Ley de Radiodifusión que recién hace muy pocos días se reemplazó por una ley de la Democracia.
A las más profundas sombras, entonces, y al blanco y negro, hay que remitirse para recordar el último Superclásico Boca - River por televisión abierta, para todos.
Mucho ocurrió en el medio. Esa ley de la dictadura se perfeccionó para mal en los 90 y cada vez apareció más como una quimera imposible eso de ver un Superclásico gratis en casa. Tiempos de codificaciones, privatizaciones salvajes y entrega...
Hoy juegan River - Boca, Boca - River, el Superclásico del fútbol argentino, el "derby" que quieren ver en todo el mundo, probablemente el más importante, el más pasional. Tanto que hace un tiempo un diario inglés dijo que uno de los acontecimientos que cualquier ser humano no debería perderse antes de morir es un Superclásico en la Bombonera. Este será en el Monumental. Cambia el escenario. No el significado. Sí su dimensión. Hoy entrarán allí, en la cancha de River, más espectadores que nunca en la historia del Superclásico. Lo verán, gratis, en sus casas, o, si algunos prefieren, manteniendo el rito del bar. Pero serán más millones que nunca frente al televisor, y como si estuvieran allí adentro. A las 16.15, por Canal 7, TV Pública, en forma abierta y gratuíta. Un hito único en la historia de los River - Boca, que a su vez es el exponente más fuerte del fútbol argentino como fenómeno cultural, como prenda de identidad de un pueblo. Hoy el Monumental quedará chico. Sin pagar un peso, entrarán millones.
Seguro los últimos, los pocos, fueron en blanco y negro. El más recordado, la única final absoluta entre River y Boca en la historia, la del 22 de diciembre de 1976, cuando Boca se impuso por 1 a 0 con gol de Suñe de tiro libre y se quedó con el torneo Nacional.
Lástima que aquellos días también los recordamos por historias tenebrosas. Ese día fue justamente el que el dictador Videla eligió para brindar su primera conferencia de prensa desde el golpe de Estado del 24 de marzo, y cuando ya el genocidio estaba en su punto álgido. Ese día Videla dijo que los desaparecidos no existían. "Los desaparecidos no existen, son una entelequia...", fue la frase. Como siempre, ahí había un puñado de periodistas complacientes, otros muertos de miedo y apenas algún digno y valiente que se le ocurrió repreguntar e ir más allá hasta llegar a la cuestión de los desaparecidos. Eran los albores de la Ley de Radiodifusión que recién hace muy pocos días se reemplazó por una ley de la Democracia.
A las más profundas sombras, entonces, y al blanco y negro, hay que remitirse para recordar el último Superclásico Boca - River por televisión abierta, para todos.
Mucho ocurrió en el medio. Esa ley de la dictadura se perfeccionó para mal en los 90 y cada vez apareció más como una quimera imposible eso de ver un Superclásico gratis en casa. Tiempos de codificaciones, privatizaciones salvajes y entrega...
Hoy juegan River - Boca, Boca - River, el Superclásico del fútbol argentino, el "derby" que quieren ver en todo el mundo, probablemente el más importante, el más pasional. Tanto que hace un tiempo un diario inglés dijo que uno de los acontecimientos que cualquier ser humano no debería perderse antes de morir es un Superclásico en la Bombonera. Este será en el Monumental. Cambia el escenario. No el significado. Sí su dimensión. Hoy entrarán allí, en la cancha de River, más espectadores que nunca en la historia del Superclásico. Lo verán, gratis, en sus casas, o, si algunos prefieren, manteniendo el rito del bar. Pero serán más millones que nunca frente al televisor, y como si estuvieran allí adentro. A las 16.15, por Canal 7, TV Pública, en forma abierta y gratuíta. Un hito único en la historia de los River - Boca, que a su vez es el exponente más fuerte del fútbol argentino como fenómeno cultural, como prenda de identidad de un pueblo. Hoy el Monumental quedará chico. Sin pagar un peso, entrarán millones.
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