Kilómetros


Para quienes recorrimos miles y miles de kilómetros del país junto a los equipos marplatenses desde hace mes de veinte años, en los diferentes torneos, regionales o del interior, con un sueño de trascendencia nacional, este logro de Unión, del fútbol de Unión, genera una doble satisfacción.

Así como el Aldosivi de Andrés Rebottaro marcó un hito, consiguiendo el ascenso por la vía deportiva y al cabo de toda una campaña, después de veinte años de frustraciones, este Unión sienta otro hito, el del ascenso con título de campeón, o ganador de una final sin necesidad de promoción, que además es el segundo pasaporte consecutivo, después del pase de la C a la B. Esa es una satisfacción, disfrutada a la distancia, identificados, los de acá, con los que nos representaron periodísticamente allá.

La otra alegría tiene que ver con las formas, tal como lo destacó en la edición de ayer de LA CAPITAL el periodista Sebastián Arana, quien acompañó gran parte de la campaña de este Unión. Porque quienes estuvimos, efectivamente, más de veinte años junto a los equipos marplatenses en estos largos periplos, siempre sostuvimos, y pregonamos, que aun en estas categorías, con estas presiones y estos filtros, se podía llegar, -y, es más, había más posibilidades así-, a través del buen juego, del toque, del respeto de un estilo. Sin hacer trampas ni tiempo, sin "revolear" la pelota, sin técnicos "sacapuntos" (que generalmente son los que menos sacan), sin la premisa del "ganar como sea", que nunca terminamos de entender.

No queremos más a los técnicos del "puntito". Marcelo Zwicker y el juego de su equipo demostraron que no hay ni "técnicos del ascenso" ni "equipos del ascenso". Es más, para aspirar a ascender, tienen que sentirse de mayor categoría, tienen que atreverse a jugar de otra manera. Eso lo hizo Unión y por eso llegó donde llegó.

De una u otra manera, salvando las distancias, también lo había concretado Rebottaro en aquel ascenso histórico de Aldosivi, cuando en Córdoba, ante un histórico como Racing, salió a jugar como en el Minella, con dos volantes ofensivos por afuera y con una gran voracidad y protagonismo.

Así fue este Unión del "Gancho", apuntalado por la consecuencia de dirigentes como "Cacho" Pagano y José Piovano, que llevaron adelante un proyecto en serio, desde la concepción de inferiores, desde Pintado y hasta Zwicker. Un proyecto que, seguramente, no terminará acá. Más bien recién empieza.

Los miles de kilómetros, eso sí, derivaron en este sendero. Decantaron en juego. Todos los caminos del fútbol derivan en el fútbol. Si no estaremos perdidos.

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