Reflexiones "en caliente", a poco de la sufrida clasificación al Mundial de fútbol Sudáfrica 2010. Pero sin groserías, ni términos soeces, claro. No solo no son necesarios. También deberían ser motivo de "tarjeta roja".
El desahogo cabe. No el festejo. A casi dos generaciones les volvió el alma al cuerpo. A todos a quienes vivimos sin saber lo que era un Mundial sin Argentina. A los pibes de hoy, a los adolescentes, a los adultos que apenas teníamos cinco años en la última Copa sin Argentina, la del 70.
La conmoción de los últimos días obedecía a eso. No se podía concebir. Aunque debería entenderse que casi todos los mundiales se juegan sin alguna potencia. Claro que las que quedan afuera lo hacen en eliminatorias mucho más complicadas, como las europeas, o como las sudamericanas de otros tiempos. Estas fueron pergeñadas aquí para que los grandes pasen sin sobresaltos. No contaban con la Selección de Maradona?
En el caos previo a Alemania 74 hubo hasta un Primer Triunvirato pero sin revolución. Hubo Mundial pero no historia. Al 78 y el 82 Argentina llegó sin eliminatorias. Al 86 se llegó por las atajadas del ?Pato? Fillol (luego desechado para el Mundial) y la ?patriada? de Passarella, luego extraña y largamente indispuesto para la Copa. Y después estaba Maradona. Para el 90 sin clasificación previa, para el 94 con repechaje pero tras un grupo de cuatro en el que pasaba directo solo el primero. Y después, el nuevo formato. Primer puesto con Passarella y Bielsa. También holgado con Pekerman. De esa última etapa se dijo demasiado pero hoy habrá que reflexionar que estamos, hoy por hoy, a años luz de una Selección capaz de dominarle la pelota a Alemania en su casa en cuartos de final de un Mundial mientras estuvo Riquelme en la cancha. O de la exhibición inolvidable ante Serbia y Montenegro. Ahora se le gana a Perú o Colombia de local dando lástima y "con ayuda" y afuera solo se consiguen puntos cuando el miedo vence al juego.
Eso ocurrió esta vez. El miedo fue buen consejero. Sirvió para salir del paso. En el Centenario la Selección se abroqueló, cerró filas, recuperó algo de orden, Verón sirvió para eso y aportó personalidad aunque perdió muchas pelotas, apareció la clase de Bolatti para una definición histórica, después de 33 años sin victorias en Montevideo.
No habrá que engañarse, ni confundirse. Ya lo escribió el periodista español Tomás Guasch en la edición de AS de España que está en la calle: "Este equipo no hace tres pases seguidos (?) el partido en el Centenario fue horroroso".
Messi otra vez estuvo ausente. Lo más grave ya no es que no lo abastezcan bien. Eso no es culpa de él. El problema es que se escondió, ni se mostró para que al menos le hagan faltas, por un equipo uruguayo proclive a eso, escasísimo de otros recursos.
Maradona dijo en una parte de su triste conferencia final que sus jugadores hicieron lo que él pensaba en estas eliminatorias. Está claro. Nunca hubo una idea de juego, salvo esto de cuidar el cero, en Quito (dónde igual le hicieron dos goles) y ayer en Montevideo, dónde la Selección no había creado una sola situación de gol clara hasta que apareció Bolatti, más allá de que siempre controló a una muy débil Uruguay.
"No hay nada para festejar, está todo mal, de arriba para abajo", dijo con sinceridad brutal Verón. También "en caliente" se pueden decir cosas sensatas. Daniel Arcucci, el periodista que escribió la vida de Maradona junto al propio Diego, consignó ayer en La Nación, que habrá que revisar todo lo que se hizo en esta etapa y que Julio Grondona tendrá que reflexionar mucho sobre sus últimas elecciones.
Tendrá que hacerlo pronto. Y tomar decisiones. Los exabruptos groseros y reiterados de Maradona de ayer, en la conferencia de prensa, en el extranjero -incluso seguramente con miles de niños en la pantalla-, fueron la gota que colmó el vaso. Los colegas que no le contestaron (a excepción de "Toti" Passman y quizá algún otro) también dan vergüenza ajena. Así está la Selección hoy. Reflexiones "en caliente", pero sin groserías. Ojalá "seamos" campeones del mundo. Pero así, francamente, ni quiero?
El desahogo cabe. No el festejo. A casi dos generaciones les volvió el alma al cuerpo. A todos a quienes vivimos sin saber lo que era un Mundial sin Argentina. A los pibes de hoy, a los adolescentes, a los adultos que apenas teníamos cinco años en la última Copa sin Argentina, la del 70.
La conmoción de los últimos días obedecía a eso. No se podía concebir. Aunque debería entenderse que casi todos los mundiales se juegan sin alguna potencia. Claro que las que quedan afuera lo hacen en eliminatorias mucho más complicadas, como las europeas, o como las sudamericanas de otros tiempos. Estas fueron pergeñadas aquí para que los grandes pasen sin sobresaltos. No contaban con la Selección de Maradona?
En el caos previo a Alemania 74 hubo hasta un Primer Triunvirato pero sin revolución. Hubo Mundial pero no historia. Al 78 y el 82 Argentina llegó sin eliminatorias. Al 86 se llegó por las atajadas del ?Pato? Fillol (luego desechado para el Mundial) y la ?patriada? de Passarella, luego extraña y largamente indispuesto para la Copa. Y después estaba Maradona. Para el 90 sin clasificación previa, para el 94 con repechaje pero tras un grupo de cuatro en el que pasaba directo solo el primero. Y después, el nuevo formato. Primer puesto con Passarella y Bielsa. También holgado con Pekerman. De esa última etapa se dijo demasiado pero hoy habrá que reflexionar que estamos, hoy por hoy, a años luz de una Selección capaz de dominarle la pelota a Alemania en su casa en cuartos de final de un Mundial mientras estuvo Riquelme en la cancha. O de la exhibición inolvidable ante Serbia y Montenegro. Ahora se le gana a Perú o Colombia de local dando lástima y "con ayuda" y afuera solo se consiguen puntos cuando el miedo vence al juego.
Eso ocurrió esta vez. El miedo fue buen consejero. Sirvió para salir del paso. En el Centenario la Selección se abroqueló, cerró filas, recuperó algo de orden, Verón sirvió para eso y aportó personalidad aunque perdió muchas pelotas, apareció la clase de Bolatti para una definición histórica, después de 33 años sin victorias en Montevideo.
No habrá que engañarse, ni confundirse. Ya lo escribió el periodista español Tomás Guasch en la edición de AS de España que está en la calle: "Este equipo no hace tres pases seguidos (?) el partido en el Centenario fue horroroso".
Messi otra vez estuvo ausente. Lo más grave ya no es que no lo abastezcan bien. Eso no es culpa de él. El problema es que se escondió, ni se mostró para que al menos le hagan faltas, por un equipo uruguayo proclive a eso, escasísimo de otros recursos.
Maradona dijo en una parte de su triste conferencia final que sus jugadores hicieron lo que él pensaba en estas eliminatorias. Está claro. Nunca hubo una idea de juego, salvo esto de cuidar el cero, en Quito (dónde igual le hicieron dos goles) y ayer en Montevideo, dónde la Selección no había creado una sola situación de gol clara hasta que apareció Bolatti, más allá de que siempre controló a una muy débil Uruguay.
"No hay nada para festejar, está todo mal, de arriba para abajo", dijo con sinceridad brutal Verón. También "en caliente" se pueden decir cosas sensatas. Daniel Arcucci, el periodista que escribió la vida de Maradona junto al propio Diego, consignó ayer en La Nación, que habrá que revisar todo lo que se hizo en esta etapa y que Julio Grondona tendrá que reflexionar mucho sobre sus últimas elecciones.
Tendrá que hacerlo pronto. Y tomar decisiones. Los exabruptos groseros y reiterados de Maradona de ayer, en la conferencia de prensa, en el extranjero -incluso seguramente con miles de niños en la pantalla-, fueron la gota que colmó el vaso. Los colegas que no le contestaron (a excepción de "Toti" Passman y quizá algún otro) también dan vergüenza ajena. Así está la Selección hoy. Reflexiones "en caliente", pero sin groserías. Ojalá "seamos" campeones del mundo. Pero así, francamente, ni quiero?
1 comentarios:
MUY BUENO COMO SIEMPRE VITO...ME FUI DE MDP HACE UN TIEMPO PERO SIGO LEYENDO TUS COLUMNAS EN EL BLOG..ABRAZO DE GOL...SOS EL MEJOR PERIODISTA MARPLATENSE LEJOS
Publicar un comentario