
Lo de Bianchi fue, cuanto menos, pueril. Lo de cierta prensa, perverso. Basile no renunció ni tampoco acá no ha pasado nada. Ni si ni no. Todo lo contrario. Muchas veces el fútbol tiene estas ambigüedades.La historia fue más o menos así. Basile se fue, en punto de hervor, al hotel Emperador. Y desde allí llamó a Bianchi. Se reunieron, junto al cuerpo técnico. “Esto no da para más, así yo no sigo”, habría lanzado. El...