Escenario

Se pone en marcha la rueda del fútbol, en un año especial, el del Mundial, y Mar del Plata es el escenario privilegiado que empezará a marcar las tendencias.

A la par del reinicio del trabajo de Aldosivi, el equipo marplatense que está en la máxima categoría de ascenso del fútbol argentino, una decena de planteles de primera división desarrollarán sus pretemporadas aquí y ya más de la mitad quedaron anoche instaladas en la ciudad.

Aquí, además, empezará el fútbol propiamente dicho, con el partido inicial del primer Triangular de Verano, Estudiantes - San Lorenzo, que se disputará el próximo sábado en el Minella desde las 22.10. A ese certamen se sumará Boca y ya el miércoles 20 se jugará también el primer Superclásico del año entre Boca y River.

Se presume, por experiencias anteriores, por lo apretado del calendario -a instancias del Mundial- y por consiguiente por el inicio tempranero de las pretemporadas, que algunos equipos pondrán a todos sus titulares en sus segundos compromisos de verano. Aunque, dadas las circunstancias y la volatilidad del fútbol argentino, una vez más será difícil determinar, en algunos casos, cuáles son realmente los equipos "titulares". De hecho, en la mayoría de los torneos de verano, esos "suplentes" que aparecen en el primer encuentro de algún equipo terminan siendo titulares a lo largo del año.

Por lo pronto, este será el escenario en el que "los grandes" más Estudiantes mostrarán para qué están en la primera parte del año. Con la particularidad de que esta vez los cinco "clásicos" no jugarán la Libertadores y sí el equipo de La Plata, que es el campeón.

Aquí, justamente, se presentará por primera vez el equipo de Sabella después de su participación en el Mundial de Clubes. Aquí podrían debutar los primeros refuerzos de algunos equipos, como Rusculleda en San Lorenzo.

En Mar del Plata también River, después de incursiones en Salta, tendrá su gran prueba ante Boca para ver si en la "Era Passarella" puede dejar atrás los últimos tiempos de angustias.
Y aquí también algún puñado de jugadores quizá tenga la última oportunidad de mostrarse para la Selección. Aquí también podría abrirse una suerte de clamor si es que Riquelme vuelve a ser Riquelme después de un año en el que lo persiguieron las lesiones. Si reaparece contra River, como es probable, y si, fundamentalmente, vuelve a ser el que conocemos, como el futbolista que mejor entiende el juego en Argentina, nos volveremos a acordar que a la Selección le falta conducción y que Messi, el ejecutor más brillante, necesita urgente al mejor abastecedor. Ojalá también se acuerden de la misma manera los que tienen responsabilidades, y que piensen que nada es insalvable. Zidane fue el mejor jugador del Mundial 2006 y en toda la Copa no se dirigió la palabra con el técnico Domenech.

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