“Después que el Mundial pase, seguiremos trabajando en Africa”

El marplatense Federico Addiechi, Director de Responsabilidad Social de la FIFA

Habla siete idiomas y llegó a la cúpula del órgano rector del fútbol por concurso. Durante la Copa en Sudáfrica presentó programas contra la discriminación y racismo junto a un íntimo compañero de lucha de Mandela. “El fútbol sirve también para acelerar procesos en materia de infraestructura”, le aseguró a LA CAPITAL en amplia charla en Johannesburgo.

Desde Johannesburgo, Sudáfrica

Ya se ha dicho más de una vez que la FIFA es como un Estado. Casi como un Estado Nación. Con una industria poderosa como el fútbol, con una gran capacidad de movilidad turística, con una envergadura de movimiento financiero a la altura de un país y con cúpulas directivas de una influencia cercana a la de verdaderos jefes de Estado…

Pero en torno a la FIFA también hay ideas populares instaladas a través de las cuáles se presume que lo único que importa es el negocio, que todo pasa por el marketing. Y que la FIFA está manejada por una manga de mercaderes y/o “punteros” dirigenciales que llegaron hasta aquí a través de una especie de “rosca” que se gesta en las asociaciones, y que incluso empieza en los clubes.

Pero también en eso las cosas parecen funcionar como en un estado. Están, al frente, los que se podría denominar “cuadros políticos”, que llegan a la cúpula a través de escalafones dirigenciales exclusivamente ligados al fútbol. Por caso, Julio Grondona, quien llegó a nada menos que una de las vicepresidencias de la FIFA, y nada menos que la que maneja las finanzas, a través de su carrera dirigencial, de su cintura política, amén de la “cintura” de Maradona para eludir ingleses en el 86, que sirvió indudablemente como trampolín final.

Pero paralelamente a esto, también como en un estado, se necesitan funcionarios de carrera, intelectuales y/o profesionales que lleven adelante ideas o proyectos que contribuyan al crecimiento de la FIFA, o de un país.

En un Mundial afloran muchos de estos especialistas. En prensa y comunicación, en protocolo, en organización, en logística. Poner en marcha la maquinaria de una Copa del Mundo no es cosa que puedan manejar solos los dirigentes del fútbol.

Pues bien, uno de esos funcionarios de carrera al más alto nivel en la FIFA, es un marplatense que llegó por estricto concurso, por hablar nada menos que siete idiomas y por antecedentes en dirigencia deportiva internacional. Se trata de Federico Addiechi, Director de Responsabilidad Social de la FIFA, con una participación especial en este Mundial, teniendo en cuenta que su área trabaja particularmente en cuestiones de discriminación y racismo, por ejemplo, y que también fomentó programas de desarrollo deportivo en todo el continente africano en general, y en los puntos de más necesidades de Sudáfrica en particular.

Tanto la carrera, como las metas a las que arriba Federico Addiechi, vale la pena que se sepan. Y debe considerarse como un verdadero orgullo para Mar del Plata. Es, en el cargo que ocupa y por la función que cumple, un verdadero embajador de la ciudad. De eso, y de los objetivos de su área, charló Addiechi con LA CAPITAL en un alto de su trabajo, en una de las salas de conferencias del Soccer City, el escenario dónde en pocas horas se disputará nada menos que la final del Mundial de fútbol y después de haber brindado una charla sobre discriminación y racismo nada menos que junto a Tokyo Sexwale, su amigo, quien trabaja en la Comisión de la FIFA de Deportividad, y es actual Ministro de Vivienda de Sudáfrica y fue un mítico compañero de lucha y de celda con Nelson Mandela en Robben Island.

Además, Federico es el responsable de que se haya montado un Centro de Alto Rendimiento de primer nivel en Alexandra, uno de los distritos más populares y menos favorecidos de Johannesburgo, parecido al Soweto de los padecimientos de Mandela hy su gente.

-¿Cómo llegaste hasta acá, Federico?

-Bueno, hace siete años ya que me sumé al equipo de la FIFA, y hace cinco que me desempeño como Director de Responsabilidad Social. Y para ello resido en Zurich desde hace siete años con mi familia, …Como bien sabés, yo estuve muchos años ligado al deporte. Muchos años en el vóleibol, a nivel nacional e internacional, con la actividad que se prolongó en Suiza, a través de la Federación Internacional de vóleibol después de terminada mi carrera profesional como jugador. Y se presentó una oportunidad de llegar a a la FIFA como responsable del área que tiene a su cargo las relaciones con Naciones Unidas, con las organizaciones no gubernamentales y fue un oportunidad que no deseché, que me pareció muy valiosa, por el gran poder del fútbol para llegar a las problemáticas sociales y tratar de contribuir a solucionarlas. Y después de dos años de trabajo y durante el año del deporte y la educación física, el 2005, FIFA tomó muy claramente el llamamiento que hizo Naciones Unidas para que el fútbol y el deporte en general hicieran una contribución a las cuestiones del desarrollo para el nuevo milenio…Y es así que es la primera Federación Internacional deportiva que creó un departamento de responsabilidad social. Y es el que dirijo desde que fue creado. Y que está contribuyendo en todo el mundo al desarrollo de la problemática social y combatir aspectos como la drogadicción, la discriminación , los problemas de salud pública, las carencias en educación y hasta problemas ambientales en todo el mundo… Se utiliza al fútbol como herramienta para tratar de combatir estos problemas…Los programas que yo manejo en Responsablidad Social, no son futbolísticos, en los cuáles el fútbol es un fin…

-¿Te parece que el fútbol avanzó más que la sociedad en contra de la discriminación? Porque los inmigrantes son perseguidos en distintas partes del mundo, los acontecimientos de xenofobia se repiten en Europa, y el fútbol combate estas cuestiones más enérgicamente. Casi más que la sociedad y los propios estados…

-Es difícil hacer un análisis que englobe a todos los países. Yo creo que hay situaciones distintas a otras. Y hay episodios racistas, discriminatorios en el fútbol que son muy visibles, por la popularidad que tiene el fútbol, y por eso la reacción es más clara y parece más enérgica. Yo creo que el fútbol, a través de su estructura, tiene una posibilidad muy fuerte de controlar ciertas problemáticas. Y si una Federación como FIFA y sus distintos actores nacionales, que son las asociaciones, ponen todo el énfasis en combatir esos problemas a través de estatutos, códigos disciplinarios, códigos de conducta, se pueden conseguir resultados más visibles en más corto plazo, quizá más apreciables que los que pueda alcanzar una sociedad en general en el mediano o largo plazo. Por lo menos el impacto del fútbol será más fuerte. No obstante, los hechos de racismo y discriminación que se verifican en el fútbol son hechos que tienen que ver con problemáticas que se ven a diario en esas sociedades. La gente que discrimina también se ampara en el fútbol, en la masividad, para expresiones extremas. Se trata también el fútbol de una caja de resonancia, de un espejo de su propia sociedad.

--Cuando llegaste a la FIFA, o antes, ¿tenías un prejuicio sobre que a la FIFA solo le interesaba “el negocio” y desde adentro te diste cuenta que hay un interés real por estas cuestiones sociales, a tal punto que crearon este departamento y te dieron la responsabilidad de conducirlo?

-No, yo no tenía ningún prejuicio al respecto. Entiendo que la gente pueda tenerlo. Sin dudas que hay una visión de la FIFA como un órgano rector del fútbol mundial que a veces puede parecer antipático, porque el fútbol, más que ningún otro, es un deporte de todos, y a nadie le gusta que a su propio deporte lo maneje otro. Pero este es un órgano rector que tiene su razón de ser, que asume una gran responsabilidad, que logra que el fútbol se desarrolle a nivel mundial. Obviamente que el área de Responsabilidad Social no es muy visible. Y no lo era cuando yo llegué a la FIFA. A la FIFA se la conoce por la organización de los mundiales, por regir este deporte, por la responsabilidad del desarrollo del fútbol a nivel mundial a través de sus 208 asociaciones nacionales pero no se habla mucho de la FIFA como una organización que toma medidas concretas en el área de responsabilidad social. En el tiempo que pasé en la FIFA esa pregunta se me hizo muy seguido…Convivo con eso y acepto esa realidad. No hay problemas. Porque los programas que tienen relación con la responsabilidad social no están hechos para que se hable de ellos sino para cumplir con un cometido. Yo lo comparo siempre con la responsabilidad de ser padre. Uno trata siempre de ser el mejor padre de sus hijos, no para ganar el premio del padre del año, sino porque uno lo siente como su propia responsabilidad y porque uno lo quiere hacer de la mejor manera posible. En mi área pongo esos límites, importan mucho más los logros que la repercusión. Los programas que llevamos adelante a nivel mundial no buscan ni por asomo tratar de mejorar la imagen de la FIFA ante la gente, sino que están determinados por nuestra responsabilidad social, por un rol que el fútbol también debe cumplir en la sociedad. Por eso las decisiones sobre en que área o en que continente trabajamos están basadas en la esa verdadera necesidad social y no en necesidades más superficiales, como podría ser tener más presencia en los medios, o que se hable más de esto en los medios sobre lo positivo que hace la FIFA. Uno respeta todo, incluso que el interés en estos tiempos pase por el Mundial propiamente dicho y por el fútbol, pero después que el Mundial pase, por ejemplo, nosotros seguiremos trabajando en Africa, como siempre, en el área de responsabilidad social. Y más allá de que no se busque la difusión como objetivo, la información de lo que hacemos está siempre a disposición de quien la requiera, como en esta nota, por ejemplo.

-Sudáfrica es un país especial para el área que manejas. Apenas hace 16 años que hay democracia y elecciones realmente libres, con participación de todos. Hasta ahí había discriminación y racismo, quizá más que en ninguna otra parte…¿Te parece que el Mundial de fútbol cierra una etapa, cierra ese proceso de consolidación de libertades, que se inició con el Mundial de rugby, y que Mandela vio que el fútbol podía cerrar ese proceso?

-Yo no creo que el Mundial de fútbol cierre un proceso, un proceso que es demasiado jóven. Nosotros sabemos muy bien en Argentina que 16 años de democracia es un período muy corto aun. Sobretodo para un país como este, en el que la discriminación era justamente la base del régimen, del sistema. Creo que no cierra un proceso, aunque el Mundial sí me parece que contribuye a que ese proceso se acelere de alguna manera. A que la sociedad en general se identifique con la nueva Sudáfrica y apoye una mayor igualdad. Y el Mundial proyecta, además, una imagen de Sudáfrica y del continente hacia el mundo que ayuda a que mayores inversiones lleguen, a que la gente conozca la verdadera realidad de un país como Sudáfrica.

-Si ves que no se cerró ese proceso es porque quizá estes observando lo que nosotros estamos observando en Sudáfrica, que se ha hecho una revolución política histórica pero que todavía hay muchas cuestiones económicas por resolver. Vos que estás justamente en el área de responsabilidad social, hay todavía muchos aspectos por corregir…

-Sí, lógicamente, en un país con una democracia tan jóven, la gente tiene muchos problemas por resolver. Aquí hay graves problemas de salud pública, con la problemática del Sida muy candente. Se trata de un problema social grave. Incluso por la cantidad de huérfanos que deja esta enfermedad. Es importante que las medidas se tomen, que los gobiernos tomen determinaciones con responsabilidad social y que la participación democrática tan jóven, de apenas 16 años, se encamine a tratar de solucionar ahora esos problemas. Logicamente que tan graves cuestiones no las va a resolver un Mundial de fútbol pero estamos convencidos de que este acontecimiento ha tenido un impacto positivo en ese proceso de cambio, y esperamos ver los resultados en corto plazo. Nosotros trabajamos mucho junto a comunidades desfavorecidas, buscamos movilizar jóvenes a través del fútbol. Estos programas hay que llevarlos a escala nacional, hay que profundizar aquí la cuestión de viviendas, pero me consta que el problema se está encarando seriamente y nosotros ya notamos cambios positivos. El Ministro de Viviendas de Sudáfrica, nuestro amigo Tokyo Sexwale, ya ha dado detalles del programa Sudáfrica 2030, que apunta a que los bebés de hoy sean los jóvenes de mañana con su propia vivienda. El fútbol sirve también para acelerar procesos en materia de infraestructura. Y ya explicó Tokyo que la infraestructura que quedó de la construcción de estadios ahora se utilizará en ese plan…

-Sos un orgullo para Mar del Plata por el rol que cumplís, por el lugar que ocupás…Y se te conoce mucho menos que a cualquier dirigente de fútbol. ¿Qué le dirías a tu gente en tu ciudad sobre esto….?

-Siempre es un placer para mí decir que soy marplatense, que soy argentino, y llevo siempre en el corazón a mi ciudad. Es además un gran placer comprobar como este pueblo, esta Sudáfrica, ha recibido a los argentinos. Me lo contaban amigos marplatenses que llegaron, y vos lo habrás vivido también. Esta es una tierra de brazos abiertos. Pero además noto que tienen un cariño especial por los argentinos. Y lo demuestran. Y, por otra parte, el orgullo es mío, es un honor para mí si es que puedo, a través de mi trabajo, hacer quedar bien a mi ciudad.

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