Se fue como llegó

El que a hierro mata, a hierro muere.
Maradona no llegó bien a la Selección. Maradona no se va bien de la Selección. Una pena.
Más allá de su portación de apellido (¡y que apellido!, el más importante de la historia del fútbol argentino) Maradona no había hecho ningún mérito para ser el DT de la Selección. Es más, ni siquiera era DT cuando asumió. Apenas tenía un puñado de partidos dirigidos con Mandiyú y Racing, con más derrotas que victorias.
Para decirlo claramente, y sin eufemismos: Maradona había llegado a la Selección por un "complot", por una “trenza” armada con algunos “referentes” del equipo nacional, para desplazar a Alfio Basile y ungirse como candidato, de la que no quiso participar Juan Román Riquelme,-que era, hasta ahí, “el” referente y el goleador del equipo en las eliminatorias- porque la ética es la más valiosa de las banderas y porque nunca hay que confundir la Selección con La Patria.
Y Maradona llegó también a la Selección por marketing, porque “vende”, y porque Grondona encontró en su nombre la mejor manera de eludir otra vez la contratación del técnico que merece naturalmente dirigir a Argentina desde hace muchos años, Carlos Bianchi.
Maradona, al cabo, llegó así a la Selección. No precisamante por concurso de méritos y antecedentes. No porque tuviera un buen proyecto para el equipo nacional. No por un camino claro y diáfano, aunque más largo, por el que de todos modos hubiera arribado igual a Argentina, aunque tras una necesaria etapa de aprendizaje y sin quemar etapas con poco reparo en los escrupulos.
Maradona llegó mal a la Selección. Maradona se va mal de la Selección.
El procedimiento por el que se va es tan detestable como el modo en el que llegó. Julio Grondona, el presidente de la AFA, al lado de quien Maquiavelo quedaría como el niño más ingenuo e inocente, no le dijo de frente a Maradona que dejaba de ser el DT de la Selección porque su conducción había sido desastrosa, por el vergonzante 0-4 con Alemania, porque nunca se supo a que jugó Argentina, por la falta de una idea de juego, por los escándalos de todos los días, por el 1-6 con Bolivia, por el baile de Brasil en Rosario, por las derrotas sin contenido ante Ecuador y Paraguay, por la agonía frente a Perú y Uruguay, porque por su culpa la Selección se quedó sin su jugador más importante, Riquelme… No, Grondona no le dijo nada de eso. Grondona no le dijo la verdad. Grondona buscó chivos expiatorios, la excusa de sus siete colaboradores, la quita de poder y respaldo absoluto.
Un engaño más. Si Maradona se va porque le sacan sus ayudantes, porque no puede trabajar con su gente, pero Grondona no lo cuestionó directamente a él, tendríamos que creer que todo o casi todo lo que se hizo en la Selección en los últimos dos años estuvo bien. Nada más lejos de la realidad.
Pero el que a hierro mata, a hierro muere. El que llega acortando caminos, y hasta "metiendo una zancadilla", también puede hacer más ruido a la hora de la caída. Maradona, el ídolo, el que queremos tanto por todo lo que le dio al fútbol argentino, por las alegría que le dio al pueblo dentro de una cancha, no merecía que el mito se desgastara de esta manera. Lo habíamos advertido antes de que asumiera. Tampoco, en consecuencia, merecía este trato en la despedida, esta falta de respeto a su trayectoria y a lo que significa para nuestro fútbol. Pero él mismo tuvo que atenerse a las consecuencias de malos procedimientos…
Ojalá Maradona vuelva alguna vez a ser DT de la Selección. Pero cuando sea DT. Cuando queme las etapas necesarias. Cuando se dedique a hablar del juego y no de lo que lo rodea. Y cuando realmente le preocupe el juego. Cuando un equipo suyo sea capaz realmente de representarlo como lo que era como jugador. Cuando un equipo suyo busque la capacidad de elaboración que él siempre ostentaba con los pies y la cabeza. Ojalá, cuando sea realmente DT, Maradona vuelva a la Selección. Y ojalá ya no este Bilardo. Que todavía no haya renunciado a su cargo en la AFA lo califica. Más bien ratifica lo que muchos sabíamos sobre sus procedimientos en la vida.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

la culpa es suya señor grondona hace largo tiempo por haber elegido mamarrachos al frente de la seleccion cuando hace bastante tiempo el merito es de una sola persona llamada carlos bianchi. pero su soberbia pudo mas y tambien la soberbia de maradona al dejar al unico jugador distinto q tenia argentina ese ea riquelme con el unco q se podia llegar a algo

Nahuel Bargas dijo...

Hola me gustó tu blog .Te invito a que leas el mio.Su nombre es Sentir el fútbol y su dirección es Bargasnahuel.blogspot.com
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